Las hormonas de la felicidad demuestran que nuestro organismo está diseñado para alcanzar el equilibrio. Nos pasamos la vida pensando en cómo ser mejores e, incluso, muchísimo mejores en cualquier ámbito de la vida. Pero, como se afirma en el libro “El Principito”, solo es posible ver con el corazón porque lo esencial permanece invisible a los ojos. Acciones simples, como pasear al sol, hacer ejercicio o dedicarle una palabra amable a alguien, regulan el estado de ánimo. Increíble pero cierto. Ser más felices es más fácil que entender las funcionalidades de un móvil nuevo o decidirse por dónde invertir los ahorros.
¿Qué segregas cuando estás feliz?
Aprender es básico para tener una mejor autoestima y percepción del mundo. El organismo tiene sus necesidades y, por ello, nos manda señales si no nos cuidamos. Esto se constata en los químicos de la felicidad, sustancias que la naturaleza nos brinda para que solo tengamos que excitarlas. Si te preguntas cómo activar la hormona de la felicidad, la respuesta está en gestos tan sencillos que seguro te están pasando desapercibidos.
Por lo general, el contenido de nuestros pensamientos cotidianos tiende a ser negativo, hecho que dispara la ansiedad. Por eso, debemos focalizar en todo lo que funciona en nuestra vida, además de realizar actividades con las que liberar las llamadas hormonas de la felicidad. Estas biomoléculas son neurotransmisores y están implicadas en procesos del sistema nervioso tan importantes como el aprendizaje, la memoria, la atención, el manejo del estrés y el descanso.
El cuarteto de la felicidad
¿Qué segregas cuando estás feliz? Todas las personas podemos encontrarnos con nuestras hormonas de la felicidad. Dado que nuestro cerebro está de sobra preparado para ello, explorar sus vías nos reportará sensaciones de bienestar que ya no querremos abandonar. La dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina forman parte de este grupo químico de la felicidad.
Endorfinas
El ejercicio cardiovascular y de fondo durante 30-45 minutos como correr, el spinning o nadar son de las mejores maneras de aumentar las endorfinas. Las hormonas de la felicidad de este tipo actúan como analgésicos naturales y reguladoras de la ansiedad.
Serotonina
Los niveles de serotonina se relacionan con el estado de ánimo. Los alimentos que contienen esta hormona de la felicidad son ricos en triptófano. Igualmente, es beneficioso elegir cualquier alimento que contenga fibra. Pasear al aire libre, hacer deporte y participar en actividades como el yoga o mindfulness ayudan a producir este neurotransmisor.
Dopamina
Considerada la hormona del placer, la motivación y la recompensa. Además del deporte y la meditación guiada, otras actividades que involucran su liberación son el sexo y la música. Dormir 8 horas al día y elegir algún alimento con proteína se relacionan con el aumento de los niveles de dopamina.
Oxitocina
Nombrada la hormona del amor y del dolor, por generarse tanto en el enamoramiento como en el proceso de parto. Reír, pasar tiempo con quienes amamos, participar en el juego de nuestros hijos e hijas mientras juegan, acariciar a tu mascota, abrazar, tener generosidad… son formas naturales de segregar esta sustancia.
Todos los días nos debatimos en resolver problemas y no experimentar ciertas sensaciones. La naturaleza de las hormonas del amor nos enseña que focalizar en lo que positivo parte de acciones para nada artificiosas. De esta forma, nos damos cuenta de que ganar mayor salud física y mental no es siempre una cuestión de azar. Volvemos a El Principito para terminar: “Eres el dueño de tu vida y tus emociones, nunca lo olvides. Para bien y para mal”.