Beneficios de la actividad física en el sistema circulatorio
¿Conoces las diferencias que existen entre un corazón sedentario vs. un corazón bien entrenado? Analizándolas es sencillo llegar a la conclusión de que el deporte tiene un efecto muy positivo en la salud cardiovascular y el sistema circulatorio. Mejorar la resistencia cardiovascular entrenando es la llave para alcanzar todos o casi todos nuestros objetivos de bienestar físico y mental.

¿Por qué es importante el ejercicio para mejorar la salud cardiovascular?
Dentro de las innumerables ventajas de la actividad física para potenciar la salud cardiovascular, podemos destacar estas 5:
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares: la práctica deportiva habitual, ayuda a reducir los factores de riesgo que se asocian a las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, el colesterol LDL (también conocido como “colesterol malo”), los triglicéridos altos o la obesidad. Esto también aplica a la prevención de enfermedades del corazón, como la cardiopatía coronaria, los accidentes cerebrovasculares o la enfermedad arterial periférica.
- Consigue reducir la inflamación del cuerpo: gracias a esta menor inflamación, el deporte ayuda a disminuir el riesgo de daño arterial y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Además, las endorfinas que liberamos al hacer deporte, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación crónica.
- Fortalece los vasos sanguíneos: hacer ejercicio aumenta la producción de óxido nítrico, una sustancia que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y disminuyendo la resistencia vascular. Esto reduce la carga en el corazón y mejora la salud de los vasos sanguíneos, lo que puede ayudar a prevenir la arteriosclerosis, la aparición de arritmias y otros problemas circulatorios.
- Mejora la salud de las venas y previene las várices: el ejercicio habitual ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, lo que mejora la función de las válvulas venosas y facilita el retorno venoso al corazón. Esto puede ayudar a prevenir problemas como las várices y la insuficiencia venosa crónica.
- Favorece la circulación sanguínea: hacer deporte aumenta el ritmo cardíaco y fortalece el corazón. Esto mejora la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente por todo el cuerpo, lo que aumenta el flujo sanguíneo y la circulación en general. Para traducirlo en datos, cuando estamos en reposo, el volumen de sangre que pasa por el organismo es de unos 5 litros y puede llegar hasta los 30 litros en momentos de esfuerzo máximo.
¿Qué deportes ayudan a mejorar la circulación?
Si tu objetivo es mejorar la circulación sanguínea, estas son las actividades más idóneas para conseguirlo:
- Bicicleta indoor: la bici estática es una gran aliada para el sistema cardiovascular, un gran ejercicio aeróbico que además evita el impacto, mejora la salud física, quema grasas y ayuda a mantener un peso adecuado. Además, se produce una gran tonificación de los músculos del tren inferior además de la movilidad articular de rodilla y tobillo. Y lo mejor, sin los riesgos de caídas de una bici en el exterior.
- Natación: esta actividad de bajo impacto trabaja todos los grupos musculares, lo que consigue mejorar la circulación sanguínea. El agua aporta resistencia y esto fortalece el corazón y los vasos sanguíneos y reduce la presión de las articulaciones.
- Ejercicios aeróbicos de alto impacto: como el step, el baile aeróbico o el cardio-boxing.
- Pilates y yoga: si prefieres una intensidad más baja, ambos consiguen reducir la presión arterial y el estrés, así como aumentar la flexibilidad y fortalecer los músculos. Todas estas condiciones tienen una consecuencia directa en la mejora de la circulación. Te recomendamos incluir estos ejercicios de flexibilidad en una tabla sencilla al final de cada una de nuestras sesiones de ejercicio.
- Entrenamiento de resistencia o fuerza: el trabajo con pesas o los ejercicios de resistencia consiguen fortalecer los músculos de forma muy efectiva, lo cual aumenta la eficiencia del corazón y del flujo sanguíneo. Algunos de los ejemplos de actividades que pueden practicarse en Go Fit son GAP, ejercicio funcional o Aqua Power.
Consejos para mejorar la salud cardiovascular

Más allá del ejercicio, existen otras pautas muy importantes de cumplir para mejorar la circulación y la salud cardiovascular en general como pueden ser:
- Dieta equilibrada y saludable: incluyendo todos los grupos alimenticios y limitando el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos o grasas saturadas.
- Probar la hidroterapia: dentro del circuito hidrotermal del spa de Go Fit se pueden disfrutar de los amplios beneficios de alternar baños de agua caliente y fría para estimular la circulación de la sangre y reducir las inflamaciones. Tanto es así que nuestros expertos de GO fit LAB recomiendan dedicar 15 o 20 minutos de relajación disfrutando de la hidroterapia tras una sesión de entrenamiento en tu centro GO fit. Y es que las piscinas de hidromasaje son perfectas para tonificar la piel, relajar la musculatura, estimular el sistema circulatorio y reducir los efectos del estrés.
- Controlar el peso: mantenernos siempre en un peso saludable ayuda a reducir la carga sobre el corazón y los vasos sanguíneos. El deporte es la vía más efectiva para conseguirlo porque no solo quema calorías, sino que además mejora la composición corporal, aumentando la masa muscular magra y reduciendo la grasa corporal.
- Controlar la tensión arterial y el colesterol: para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cuidar del buen estado de los vasos sanguíneos. El ejercicio es importante para conseguirlo porque logra fortalecer el corazón y mejorar su eficiencia.
- No fumar: el tabaco es otro gran factor de riesgo de cara a sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Controlar el estrés y dormir lo suficiente: en nuestra agenda siempre debe haber espacio para relajar el cuerpo y trabajar en una buena rutina del sueño con la que conseguir no solo evitar enfermedades cardiovasculares sino también aumentar el rendimiento deportivo. Hacer ejercicio ayuda a este propósito porque libera sustancias químicas en el cerebro que van a actuar como analgésicos naturales. Estos consiguen mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés, la ansiedad o la depresión y nos ayudan a conciliar mejor el sueño.
Como hemos podido ver a lo largo de este artículo, la práctica habitual de actividad física ofrece numerosos beneficios para el sistema circulatorio y la salud cardiovascular en general. Ejercicios como el ciclismo indoor, la natación, entrenamientos aeróbicos, pilates, yoga y entrenamientos de fuerza mejoran la circulación sanguínea, fortalecen el corazón y los vasos sanguíneos, reducen la inflamación y disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Complementar el ejercicio con hábitos saludables como una dieta equilibrada, control del peso, gestión del estrés, una buena calidad de sueño, evitar el tabaco y técnicas como la hidroterapia, potencia aún más estos beneficios, contribuyendo a un bienestar físico y mental óptimo.