Diferencias entre un corazón entrenado y uno sedentario
El corazón es un órgano vital y por ello, como bien dice su nombre y relata la canción: ¡necesita acción!
Recordemos que es un músculo y, como el resto de los que componen nuestro cuerpo, necesitamos entrenarlo. Porque un corazón fuerte y saludable se consigue a través de una vida activa y en movimiento y, si aún no lo tienes claro, hoy te dejamos este post para que compruebes lo importante de tener un corazón sano y entrenado.
¿Qué es un corazón entrenado?
Como cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, nuestro corazón se fortalece con el ejercicio. Con el entrenamiento regular logramos que sea más grande y fuerte que el corazón de una persona sedentaria porque un corazón entrenado es aquel que, gracias al ejercicio regular, será más eficiente y, por lo tanto, necesitará de una menor frecuencia cardiaca para bombear la sangre que necesita el resto del cuerpo. Para que te hagas una idea, la frecuencia cardiaca de una persona sedentaria ronda las 75-80 pulsaciones por minuto, mientras que aquella que realiza un entrenamiento regular reduce esta media hasta unas 60 pulsaciones por minuto (incluso menos, dependiendo del nivel de entrenamiento y características personales).
Además, debemos tener en cuenta que el ejercicio también ayudará a que aumenten la cantidad de vasos y capilares y con ello mejorar nuestra circulación sanguínea. El ejercicio físico ensancha nuestros vasos y aumenta esa red capilar, por lo que nos ayudará a deducir el riesgo de enfermedades cardiacas y cardiovasculares, mejorando nuestra calidad y esperanza de vida.
En cuanto a la elección de qué ejercicio es mejor, entre cardio o fuerza, ambos tipos de entrenamiento son beneficiosos para el corazón. El entrenamiento cardiovascular o aeróbico, como correr o nadar, ayuda a mejorar la salud del corazón, ya que aumenta nuestra capacidad pulmonar y también mejora la circulación sanguínea. Pero, aunque no lo creas, el entrenamiento de fuerza también es beneficioso para el corazón, ya que aumentamos nuestra masa muscular y con ella la necesidad capilar de nuestros músculos.
¿Cómo afecta el sedentarismo al corazón?
El sedentarismo, o la falta de actividad física, tiene varios efectos negativos físicos sobre nuestra salud afectando gravemente a nuestro corazón. Es uno de los mayores factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares aumentando las posibilidades de una muerte prematura, ya que el corazón tendrá que trabajar más para bombear la sangre conllevando a una disminución de la función cardíaca.
Hemos visto que el ejercicio afecta positivamente al corazón, pero la falta de éste lo hace más propenso a padecer patologías cardíacas, hipertensión arterial e incluso diabetes. El corazón sedentario se hincha y engrosa, reduciendo el flujo sanguíneo, además de, como hemos mencionado, reducir su capacidad para bombear la sangre, llevando menos oxígeno a nuestro cuerpo.
Así que no tomes riesgo, deja atrás la vida sedentaria y cuida tu corazón:
- Practica ejercicio de manera regular: mantén tu corazón saludable, es muy agradecido y le darás mucha vida con solo dedicarle 30 minutos de tu día a día.
- Sigue una dieta equilibrada: los hábitos alimenticios saludables te ayudarán a controlar posibles problemas relacionados con la salud cardiaca como el colesterol, la alta tensión arterial o el sobrepeso.
- Controla el estrés: el ejercicio te ayudará a reducir el nivel de estrés de tu día a día y al lograrlo, también disminuirá el riesgo de que le pase factura a tu corazón.
No es tan difícil volver a realizar ejercicio después de una vida sedentaria y pronto sentirás los beneficios de volver a estar activo. El ejercicio físico regular es una de las mejores maneras de proteger el corazón y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.