23 junio, 2025

Cómo prevenir la astenia primaveral con ejercicio

Escrito por: GO fit

Si notas más fatiga y debilidad en ciertos momentos del año lo más probable es que estés experimentando los síntomas habituales de la astenia primaveral. Para combatirlos, una de las herramientas más efectivas es practicar actividad física de forma regular (entre 30 y 60 minutos unos 4-5 días a la semana). A través del ejercicio físico es posible, entre otras cosas, mejorar el estado de ánimo y el bienestar general, aumentar los niveles de energía y ayudar al organismo a adaptarse a los cambios ambientales. Además, la actividad física es capaz de regular los ritmos circadianos, optimizar el sueño y reducir los niveles de estrés, factores que contribuyen a afrontar la primavera con un plus de vitalidad.

¿Qué es la astenia primaveral y por qué ocurre?

La astenia primaveral es una sensación de cansancio y falta de energía motivada por los cambios climáticos que se producen al pasar del invierno a la primavera. Aunque no esté considerada una enfermedad ni reviste gravedad sí que es un fenómeno que afecta al bienestar físico y emocional o la motivación a la hora de hacer deporte. Entre sus síntomas están la fatiga generalizada, la somnolencia durante el día, la dificultad para concentrarse o la sensación de debilidad física.

Aunque depende de aspectos como la condición física de cada persona, por norma general, las causas que llevan a sufrir astenia primaveral son:

  • Los cambios hormonales: el aumento de las horas de luz diurna estimula la producción de hormonas como la serotonina, relacionada con el bienestar y reduce los niveles de melatonina, la hormona del sueño. Ese desequilibrio genera fatiga y cambios en el estado de ánimo.
  • Alteraciones en el sueño: el aumento de la luz solar también puede modificar los ritmos circadianos, provocando somnolencia durante el día y falta de descanso.
  • Dieta poco equilibrada: una alimentación poco variada o en la que falten nutrientes clave puede hacer que arranquemos la primavera con pocas reservas de energía. Y esto, sumado a la falta de ejercicio, contribuye a la aparición del cansancio.

¿Cómo aliviar la astenia primaveral?

Combinando el ejercicio físico con hábitos saludables complementarios como estos es posible superar la astenia primaveral:

  1. Exposición a la luz natural: pasar tiempo al aire libre ayuda a regular los ritmos circadianos y mejorar el estado de ánimo.
  2. Practicar ejercicio: actividades como caminar o hacer yoga sumada a una rutina de entrenamiento en tu centro deportivo aumenta los niveles de energía y mejora la circulación. 
  3. Alimentación equilibrada: procura que tu dieta incluya frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras para proporcionar al cuerpo la energía y nutrientes necesarios.
  4. Hidratación adecuada: beber suficiente agua durante el día previene la deshidratación, un factor que incrementa la sensación de fatiga.
  5. Técnicas de respiración: practicar mindfulness, meditación o incluso hacer ciertas pausas a lo largo del día reduce el estrés y mejora el bienestar emocional.
  6. Rutina de sueño: una rutina de sueño óptima es la que nos permite irnos a dormir y despertarnos todos los días a la misma hora y sobre todo la que nos permite descansar entre 7 y 8 horas por noche.

La importancia del ejercicio físico en la prevención de la astenia

Por sus beneficios para el cuerpo y la mente, el ejercicio físico tiene un papel clave en la prevención y el alivio de la astenia primaveral. A través de la actividad física regular se pueden minimizar los efectos negativos que provoca el cambio estacional en el organismo así como mejorar la adaptación del cuerpo.

Dependiendo del tipo de ejercicio, podrás ir mejorando diferentes aspectos. Por ejemplo, los aeróbicos como correr, nadar o montar en bicicleta ayudan a potenciar la resistencia y la circulación, los entrenamientos con pesas o los ejercicios de resistencia fortalecen los músculos y mejoran el metabolismo y las actividades más relajantes, como el yoga o el pilates son clave para reducir la ansiedad y el estrés y aumentar la flexibilidad y la concentración.

¿Qué ventajas obtenemos del ejercicio físico en relación a la astenia primaveral?

Entre las principales ventajas que obtenemos del ejercicio físico para paliar esta astenia primaveral se encuentran:

  • Regulación hormonal: el ejercicio físico estimula la producción de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad” que mejoran el estado de ánimo y reducen la sensación de cansancio. Por otro lado, también fomenta el equilibrio entre la serotonina y la dopamina, dos hormonas clave para combatir la fatiga y aumentar la motivación.
  • Adaptación al cambio de estación: las actividades físicas con las que exponemos el cuerpo a la luz solar, ayudan a sincronizar los ritmos biológicos y aumentar los niveles de vitamina D, esencial para eliminar la fatiga.
  • Mejora del sueño: el ejercicio regular favorece el descanso nocturno, lo que disminuye la somnolencia diurna.
  • Reducción del estrés: la actividad física ayuda a liberar tensiones, disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumenta la sensación de bienestar general.
  • Aumento de energía: al mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos, el ejercicio incrementa los niveles de energía y reduce la sensación de debilidad.
  • El fortalecimiento del sistema inmunológico: el ejercicio refuerza las defensas del organismo, ayudando a responder mejor a los cambios estacionales y previniendo infecciones que podrían agravar la astenia.

Dicho esto, el ejercicio físico no es solo útil en la prevención de la astenia primaveral. También y sobre todo mejora el bienestar general y la calidad de vida a corto y largo plazo. Si no lo has hecho ya, este es el momento para construir una rutina de actividad física que puedas intensificar de manera progresiva, adaptándola a tu condición física y estilo de vida. Hoy en día, es el recurso más idóneo y divertido para recibir los cambios de la estación primaveral con más energía y vitalidad.