Consejos con los que podrás contribuir a una alimentación saludable, sostenible y para todos.
Los beneficios de comprar por temporada
Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se estima que en el mundo 672 millones de adultos y 124 millones de menores son obesos y 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso. Esto se debe principalmente a un cambio en la dieta de las personas, sobre todo de aquellas que residen en las ciudades. El estudio de la FAO demuestra que en los últimos años la comida rápida ha desplazado en gran medida a la comida del hogar y no solo eso, también ha sustituido ingredientes importantes como frutas y verduras, por harina, azúcar, grasas y sal.
Y este no es el único problema que atravesamos en el mundo, sino que además, el tratamiento de los alimentos tampoco es el adecuado.
Hasta un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se estropea o se desperdicia antes de ser consumido. Solo en España, se desperdician cerca de 7,7 millones de toneladas de comida, desde su producción hasta su consumo final. Estas pérdidas suponen un gasto de recursos como la tierra, agua y energía, aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.
Cómo lograr una alimentación más sostenible.
Con motivo del día mundial de la alimentación, os proponemos fáciles consejos para que nuestra forma de comer sea sostenible y cuidadosa con el medio ambiente.
- Basa tu alimentación en productos de origen vegetal. Mantén un consumo abundante de verduras, frutas, hortalizas, cereales enteros, tubérculos, frutos secos y legumbres, ya que, no solo disminuyen el riesgo de padecer enfermedades, sino que, causan un impacto ambiental menor que producir alimentos de origen animal. Existen tendencias como los #lunessincarne, motivadas en disminuir el consumo de carne a nivel global, al menos, durante un día a la semana.
- Planifica la lista de la compra. Planifica tus comidas semanales, en base a ellas, prepara la lista de la compra con los ingredientes necesarios, así, ahorrarás en tu economía y minimizarás los desperdicios.
- Compra productos de temporada y locales. Es importante respetar el momento óptimo de maduración y el ciclo de crecimiento de las especies, compra teniendo en cuenta la estación del año. Además, si adquieres los productos en mercados de tu entorno, contribuirás a mejorar la economía local, y el impacto ambiental generado durante el transporte será menor.
- Evita los plásticos o cualquier envase innecesario, compra a granel, lleva envases o bolsas de materiales reciclables o biodegradables que no contaminen.
- Saca el máximo partido a los alimentos, disminuye la producción de desperdicios, únete a la cocina de aprovechamiento, donde lo más importante es innovar y que no sobre nada. Por ejemplo, aprovecha la piel de las verduras que sean comestibles, como la piel de la patata, de la zanahoria o del calabacín, lávalas, sécalas bien e introdúcelas en el horno, especiadas al gusto, así tendrás unos chips saludables para picotear. Recuerda la congelación es otra opción para mantener los alimentos más tiempo.
- Uso responsable del agua. La mayoría de las elaboraciones culinarias suponen un gasto de agua, evita mantener el grifo abierto durante más tiempo del necesario, lava las verduras con la mínima cantidad de agua o reutiliza los caldos caseros en otros platos.
- Recicla. Ten en casa un cubo de basura para los diferentes desperdicios, recuerda, verde para botellas y vidrios, azul para papel y cartón, amarillo para plásticos y latas y marrón para los demás desechos. Recuerda reciclar el aceite usado y llevarlo a puntos limpios o lugares adecuados para su recogida.
¡Aliméntate de manera sostenible para que el medio ambiente no se indigeste!