La felicidad es difícil de calibrar, ya que la vida es una sucesión de experiencias de todo tipo que no pueden vincularse a magnitudes físicas. Otra cosa diferente es la posibilidad de conocer y poder acceder a aquellos recursos que hacen que nuestra existencia sea mejor. Sabemos que el ejercicio físico y la salud son dimensiones básicas para obtener una buena calidad de vida. Sin embargo, estas no actúan de manera aislada, sino en sinergia con otros factores también importantes para vivir en equilibrio. Es en este punto donde podemos preguntarnos cómo se mide la calidad de vida. Aunque su conceptualización es amplia y compleja, existe cierta unanimidad respecto a aquellos aspectos que tienen un impacto positivo en el ser humano.
¿Cuáles son las dimensiones de la calidad de vida?
La calidad de vida engloba una serie de factores que son mensurables a través de indicadores. No obstante, nunca hay que olvidar que el trabajo, el deporte, la educación o los recursos económicos dependen de prioridades y necesidades personales, y estas, a su vez, de la sociedad a la que pertenecen.
Dada su implicación en la salud, diversos organismos han centrado sus políticas en resolver la cuestión de cómo se mide la calidad de vida. Las dimensiones de la calidad de vida de la OMS se recogen en la escala WHOQOL-100. Esta se centra en describir numéricamente “la salud física de la persona, su estado fisiológico, el nivel de independencia, sus relaciones sociales y con su entorno.” (OMS, 2002). Las puntuaciones a ítems relacionados con cómo se mide la calidad de vida: satisfacción personal, apoyo social, recursos económicos, estado físico, psicológico, etc.
Las 8 dimensiones de la calidad de vida
El Modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo fue diseñado para establecer todas aquellas condiciones que puedan fomentar el desarrollo de personas con discapacidad. Sin embargo, estas ocho dimensiones se han extendido para utilizarse como instrumento calibrador de cómo se mide la calidad de vida para cualquier grupo humano:
- Bienestar físico. Se entiende a la calidad de vida relacionado con la salud. Es decir, con la asistencia médica, la nutrición, movilidad, ocio, etc. Las recomendaciones son promover estas áreas poniendo énfasis en un estilo de vida saludable y con un ajuste al estrés adecuado.
- Bienestar emocional. Indicadores de esta dimensión son la seguridad, la felicidad, la espiritualidad, la ausencia de estrés y una autoestima saludable.
- Relaciones interpersonales. El bienestar físico y emocional también depende del grado en que los vínculos pueden establecerse. Entre los principales indicadores están la intimidad, el afecto, la familia, las interacciones, amistades, y el apoyo.
- Bienestar material. Se entiende como la accesibilidad a los derechos económicos y de seguridad, alimentos, empleo, posesiones y estatus.
- Desarrollo personal. Posibilidades para la adquisición de formación, autorrealización personal, competencia y capacidad resolutiva. El crecimiento personal solo puede darse siempre y cuando sea la propia persona el motor de su cambio.
- Autodeterminación. Incluye la autonomía, decisiones, autorregulación, valores, metas personales. En este sentido, Shalock recuerda que es la persona la que debe ser su propio motor, no una mera espectadora.
- Inclusión social. Indicadores para ello son la aceptación, el estatus, la red de apoyos, el ambiente laboral, la integración, participación en la comunidad, voluntariado y desempeño de roles.
- Derechos. Entre algunos de estos derechos se nombran la participación democrática, asistencia jurídica, privacidad y libertades.
De todo el conjunto de dimensiones que miden la calidad de vida puede inferirse que llegar a lograrlas requiere de apoyos externos. Desde GO fit ponemos a disposición de todas las personas nuestro método GO fit. De esta manera, cubrimos todas las áreas del bienestar físico y emocional necesarias para gozar de una óptima calidad de vida.