Si bien el método Pilates se considera una forma de ejercicio segura y efectiva, hay situaciones en las que está justificada la precaución. En todas ellas se debe consultar a médicos y fisioterapeutas titulados antes de comenzar cualquier actividad física. Paralelamente, contar con instructores bien formados es siempre imprescindible, ya son quienes están capacitados para adaptar los ejercicios a cada estado de salud. Te contamos cuándo no se debe hacer Pilates sin consultar previamente a profesionales.
Contraindicaciones del Pilates
En general, cualquier edad, estado de salud y de forma física son válidas para su práctica. Por esta razón, muchas personas confían en el Pilates como infalible para recuperarse de lesiones, trabajar todo el cuerpo en una sola sesión y romper con la vida sedentaria. Pero si tras este método existe esta reputación beneficiosa, ¿quién no puede hacer Pilates entonces?
Como hemos mencionado, no se trata tanto de distinguir entre el Pilates y sus ventajas y desventajas. Por el contrario, la cuestión debe centrarse más en adaptar las sesiones en función de unas recomendaciones médicas para cada caso. Estos son ejemplos de cuándo no se debe hacer Pilates sin modificar los ejercicios en función de la patología:
- Osteoporosis y osteopenia. Quienes padecen esta enfermedad, deben evitar movimientos que impliquen el riesgo de fracturas. Existen instructores expertos en osteoporosis y Pilates, ya que para que sus rutinas sean efectivas, requieren de una práctica especialmente orientada a su prevención y tratamiento. Existen estudios que han demostrado que, de no ser así, su práctica mejora la calidad de vida, pero no produce cambios en niveles de recuperación ósea. Para llevar a cabo la regeneración del tejido óseo, se requiere incluir ejercicios de carga y de impacto, así como la introducción de movimientos en distintas direcciones y velocidades. Además, el fortalecimiento del abdomen, la columna vertebral y las piernas son cruciales para quienes padecen estas dolencias, ya que uno de sus principales riesgos son las caídas.
- Hernia y otros problemas de espalda. Igualmente, estas personas necesitan revisión de un instructor cualificado para determinar qué tipo de ejercicio físico es seguro y efectivo para su situación.
- Artrosis y dolores articulares graves. En este caso se necesita evitar movimientos que supongan dolor, así como cierto tipo de posiciones.
- Post cirugía. Ocurre lo mismo que con cualquier patología, por lo que es preciso consultar las rutinas que puedan afectar a la cicatrización, por ejemplo.
- Lesión y dolor agudos. Indudablemente, se debe informar al instructor de Pilates de este tipo de lesiones, aportando informes de estas.
- Enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y diabetes. Estas y otras dolencias crónicas también requieren de una valoración previa, así como necesitar que algunos ejercicios sean sustituidos e incluso eliminados.
- Embarazo. El Pilates es un tipo de ejercicio positivo para este momento, aunque también pueden ser factibles ciertas modificaciones. En este sentido, no es infrecuente la oferta de clases de Pilates para embarazadas.
Recomendaciones sobre cuando no se debe hacer Pilates
Las personas que no padecen ningún problema médico pueden probar cualquier clase de Pilates y experimentar si conecta con sus necesidades y objetivos. Para quienes deben vigilar su salud, deberán encontrar instructores cualificados que orienten las sesiones hacia su adaptación. Sin embargo, debemos tener en cuenta cuándo no se debe hace Pilates de ninguna manera:
- En caso de reposo médico.
- Se sufre de obesidad mórbida.
- En caso de inflamación aguda.
- Cuando se está en un embarazo de riesgo.
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Fuentes
-Gandolfi NRS, Corrente JE, De Vitta A, Gollino L, Mazeto GMFDS. (2020) La influencia del método Pilates en la calidad de vida y remodelación ósea en mujeres mayores: un estudio controlado. Qual Life Res.
Reche-Orenes D., Carrasco M. (2016) Aportaciones sobre la eficacia del método Pilates en la fuerza, el equilibrio y el riesgo de caídas de personas mayores. Universidad Católica de San Antonio de Murcia (UCAM), Murcia, España.