Eres un apasionado del running, pero sabes que el medio acuático puede suponer un plus a tus entrenamientos o, simplemente, estás valorando el salto al duatlón.
No esperes a alternar tu entrenamiento de carrera con la piscina cuando sufres una lesión o te encuentras en el periodo de recuperación. La natación te puede ayudar a correr mejor y puede convertirse en el complemento perfecto para tu entrenamiento de carrera. Te dejamos las claves para que aproveches al máximo la combinación del running y la natación.
Los beneficios de nadar y correr
El running y la natación son dos actividades físicas que se complementan de manera ideal. Ambos ejercicios te ayudan a mejorar la resistencia cardiovascular, ya que son ejercicios aeróbicos, pero alternarlos te puede librar de lesiones consecuencia del continuo impacto, siendo la fórmula ideal para mejorar. Aunque pueda parecer que ambos tienen poco en común, alternar ambas especialidades puede dar lugar a unos resultados espectaculares.
Como hemos dicho antes, incluir la natación en tu rutina de entrenamiento puede permitirte reducir el riesgo de lesiones sin perder el trabajo aeróbico que te proporciona el running (todo lo contrario si aprendemos ejercicios para mejorar la respiración al nadar) y, además, te ayudará a fortalecer la espalda, la gran olvidada cuando se trata de dar zancadas.
Nadar te ayudará también a incrementar tu potencia muscular, ya que aunque eliminemos el impacto en el medio acuático, la resistencia que el agua ejerce sobre nuestro cuerpo nos ayuda a trabajar grandes grupos musculares tanto de tren superior como inferior, incidiendo en una zona tan importante como es el core. Nadar, además, te permitirá mejorar la movilidad articular.
Combinar nadar y correr nos ayudará también a romper la monotonía del entrenamiento, gústenos más un medio u otro. Cambiar de entorno puede ser duro al principio, pero nos ayudará a mejorar también nuestro trabajo mental disfrutando cuando volvemos al medio que más nos gusta, ya sea el agua o exterior, además de ampliar la gama de ejercicios que empleamos de manera recurrente.
¿Cómo combinar nadar y correr?
Una de las grandes cuestiones que nos planteamos cuando queremos combinar ambos deportes es saber qué es mejor hacer primero: ¿nadar o correr?
La natación será una gran aliada en las sesiones de recuperación, tras un entrenamiento muy intenso de carrera, realizar una sesión suave en el agua nos ayudará a recuperar y reducir el riesgo de lesión. Sumergirte en una sesión de agua y dejar descansar tus zapatillas después de una sesión de series o una competición en asfalto es una de las mejores decisiones de combinar ambos tipos de entrenamientos.
Nadar también será el compañero ideal en los entrenamientos recurrentes, donde coinciden resistencia y fuerza en una misma sesión, o aquellos días en los que decidamos realizar una doble sesión. El bajar la intensidad en el medio acuático nos permitirá centrarnos en el trabajo de fuerza sin perder los beneficios del trabajo aeróbico en la piscina. El trabajo de fuerza es muy importante en cualquier especialidad y deberíamos intentar separar las sesiones específicas de fortalecimiento de aquellas de alta intensidad de running. ¿Fuerza antes o después de nadar o correr? Dependerá de nuestros objetivos, pero nuestra recomendación sería antes de una sesión suave de agua, ya que realizarás sesiones específicas para mejorar tu capacidad cardiovascular cuando salgas a correr. Lo ideal: un entrenamiento combinado donde puedas alternar correr con sesiones diferenciadas del trabajo de fuerza, incluyendo entrenamientos suaves de natación.
Hay que planificar nuestras sesiones pensando que a veces menos es más y que una gestión inteligente del entrenamiento y la carga que realicemos es lo que realmente nos ayudará a mejorar sin lesionarnos. No olvidemos empezar por aprender lo más básico de cada deporte, ya sea cómo respirar al correr con la técnica correcta o mejorar la técnica de crol en natación y disfrutemos de la energía positiva de sentirnos saludables y físicamente fuertes al aprovechar todos los beneficios de combinar running y natación. ¡Nunca antes se complementaron tan bien zapatillas y bañador en tu outfit de entrenamiento!