17 noviembre, 2023

Efectos de la meditación en el embarazo

Escrito por: GO fit

¿Por qué hacer meditación en el embarazo? Realmente, cualquier época es adecuada para meditar, aunque no todas las épocas pueden compararse al embarazo. En la gestación se producen, entre otros, cambios hormonales que producen alteraciones en el sueño, la concentración o el estado emocional. A esto hay que añadir las propias exigencias para conciliar la vida personal, laboral y familiar cuando el cansancio forma buena parte de este viaje. Te explicamos a continuación los positivos efectos de la meditación en el embarazo desde el primer trimestre.

Beneficios de la meditación durante el embarazo

Por mucho que nos puedan parecer apacibles y saludables, las 40 semanas de gestación representan un desafío para el bienestar de la mujer. Una prueba es que el estrés y la ansiedad pueden estar presentes, ya sea por molestias derivadas de la gestación o por la incertidumbre ante el futuro. 

Por estos motivos, distintos tipos de meditación o prácticas que incluyen la focalización en el presente como el mindfulness, el taichí o el yoga son actividades recomendables para las embarazadas. En ellas se combinan técnicas de respiración consciente y profunda, el escáner corporal o las visualizaciones guiadas. Todas se utilizan para afrontar tensiones físicas y emocionales, relajar el sistema nervioso central durante el parto e incluso reducir la percepción de dolor.

La focalización en la respiración constituye uno de los mejores efectos de la meditación en el embarazo. En general, nuestro frenético ritmo de vida nos fuerza a respirar de forma superficial, con la consiguiente pérdida de capacidad pulmonar. Igualmente, focalizarse en el ritmo respiratorio nos lleva al “aquí y ahora”, además de hacernos más conscientes de nuestros deseos y acciones. No en vano, distintas técnicas meditativas están incluidas en mayor o menor medida en las clases preparatorias para el parto.   

Además, la meditación durante el embarazo tiene otras ventajas para la salud de la madre y su bebé:

  • Reducción del estrés y del estado de ánimo negativo: algunas investigaciones han encontrado que las madres que forman parte de una intervención de atención plena muestran una reducción significativa de la ansiedad.
  • Presión arterial más baja: tal y como recoge la Harvard Medical School a través de diversos estudios, la calma autoinducida derivada de la meditación resulta favorable en este sentido. Dado que este es un riesgo común, especialmente a partir de la semana 20, meditar en el embarazo puede ser una forma natural de controlar la tensión.   
  • Conexión con el bebé y contigo misma: al meditar, contactas con tu cuerpo, emociones y pensamientos. Esta conexión encuentra, asimismo, correspondencia en el vínculo afectivo que la madre establece con su bebé, como cuando acaricias tu barriguita o le hablas.
meditacion y embarazo

Cómo meditar en el embarazo

No hay ninguna hora mejor que otra para meditar. Se puede hacer tanto para comenzar el día, terminarlo o como pausa para desconectar. Estos pasos te ayudarán a experimentar los beneficios de meditar en el embarazo desde el primer momento:

  1. Busca una postura en la que te sientas cómoda: puedes hacerlo incluso en el sofá con la espalda recta.
  2. Medita unos minutos al día: si vas a hacerlo a solas, debes iniciarte progresivamente. Cinco minutos de respiraciones profundas durante la primera semana bastan. Aumenta el tiempo según te sientas a gusto con la práctica.
  3. Presta atención a las sensaciones de la respiración: cómo sale y entra el aire por las fosas nasales, cómo se llenan los pulmones de aire, como se mueve el cuerpo al respirar, su sonido, etc.
  4. Observa cómo llegan y se marchan los pensamientos, y no juzgues su contenido.  

¡Recuerda! Caminar no solo es algo que debas hacer por prescripción médica. Aprovecha para hacer una “caminata consciente”, en la que puedes centrar tu atención en la respiración y las sensaciones físicas que tu cuerpo experimenta, escuchar sonidos internos y externos, etc.

Fuentes:

A. Dhillon, E. Sparkes, R. V. Duarte. (2017). Intervenciones basadas en la atención plena durante el embarazo: una revisión sistemática y un metanálisis, 8(6): 1421-1437.