¿En qué se parecen el yoga y el Cross Training? Aparentemente en nada y, sin embargo, es esta gran diferencia la que marca que su práctica en paralelo sea una gran decisión. El Cross Training implica ejercicios de alta intensidad, pensados para el desarrollo de la fuerza, la resistencia y la activación cardiovascular. El yoga, por su parte, está relacionado con el acondicionamiento de la fuerza, la flexibilidad y la atención plena. Esto ya puede configurarte una ligera idea de por qué combinar yoga y Cross Training. Te contamos el resto a continuación.
¿Cómo beneficia el yoga al Cross Training?
El yoga promueve la relajación, pero esta no es su única ventaja. Otra de ellas es ser capaz de ayudar al rendimiento del Cross Training y otros muchos deportes. Efectivamente, es enorme la variedad de deportistas que utilizan sus asanas para trabajar la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación y el sistema respiratorio. Igualmente, su lentitud y conexión con el momento presente sirven para manejar el estrés, cuestión clave en cualquier competición.
El entrenamiento de Cross Training está básicamente centrado en la alta intensidad. A pesar de combinar una gran amplitud de habilidades físicas, su dinamismo puede ignorar cuestiones como el control del peso corporal. El acompasamiento entre respiración y acción anima a muchas personas a reducir la velocidad de sus movimientos, facilitando la focalización en la técnica, no en la rapidez.
Del mismo modo, es relevante el desarrollo de la flexibilidad, elemento clave que incorporar en una rutina de ejercicios. En el entrenamiento de fuerza que incluye el Cross Training, las lesiones pueden llegar si no se trabaja esta capacidad. Añadir el yoga es una manera de potenciar tanto la flexibilidad alrededor de las articulaciones como el rango de movimiento. Emparejar yoga y Cross Training conforme se avanza de WODs para principiantes a otros más complejos impulsa sin duda la progresión.
¿Cómo mejorar en el Cross Training con yoga?
Si te preguntas con qué combinar el Cross Training, ya lo tienes. Cualquier rutina de ejercicio que incluya el levantamiento de peso, precisa también incluir una metodología que alivie la restricción en tendones y articulaciones como la que ofrece el yoga. A esto hay que añadir cómo sus movimientos tienen la facultad de elongar el tejido muscular.
El yoga fomenta el equilibrio y la fuerza del core, a la vez que incrementa la resistencia, una manera excelente de reforzar la condición cardiovascular, uno de los objetivos del Cross Training. Este es uno de los motivos por el que muchos atletas profesionales integran hasta dos sesiones de yoga por semana en su entrenamiento.
Prevención de lesiones
Todas las características anteriores son inmejorables para la recuperación de lesiones generadas por desgaste, desequilibrios posturales o traumas musculoesqueléticos. Además, la práctica de yoga favorece una intervención fisioterapéutica eficaz para el control del dolor.
El yoga y el Cross Training son un refuerzo mutuo, asimismo, en cuestiones de equilibrio. Sin embargo, es en el yoga donde sus múltiples posturas incrementan esta habilidad física, lo que reduce marcadamente el riesgo de lesiones. Esto se debe al trabajo continuo de propiocepción que esta práctica hace a través del movimiento del cuerpo en el espacio. Por último, con el yoga se logra reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, cuyos efectos inhiben la recuperación de las lesiones.
Después de todo esto, no es de extrañar que la disciplina oriental sea uno de los ejercicios accesorios de Cross Training. Muchos crossfitters no dan importancia a este tipo de refuerzos, pero no se progresa por ir más rápido o cargar más peso. El yoga y el Cross Training demuestran que los avances no se consiguen obteniendo mayores resultados “medibles”. Por el contrario, avanzar tiene relación con superar los pequeños obstáculos que incluso pueden permanecer escondidos a tus ojos, pero que limitan el desempeño.