¿Es saludable la recuperación después del ejercicio con agua fría? Muchas personas prefieren el agua caliente para una mayor relajación de los músculos y, por tanto, sobreponerse de la fatiga. Sin embargo, los beneficios del agua fría están relacionados con la regulación de la temperatura corporal, la activación del sistema circulatorio y la reducción de la inflamación. Conozcamos en el siguiente artículo cuáles son los efectos de una ducha de agua fría después del entrenamiento.
El agua fría como método de recuperación
Es bien sabido que el frío produce una constricción de los vasos sanguíneos, los músculos y la piel. Esto significa que se produce una estimulación del sistema circulatorio, el drenaje de las toxinas subcutáneas y un efecto inmediato de descanso. Este sistema no puede reemplazar otros métodos de recuperación como la nutrición y el descanso, aunque sí existen beneficios de bañarse con agua fría después del ejercicio:
- Disminución del flujo sanguíneo: frente a la vasodilatación, una ducha fría produce el efecto contrario. La vasoconstricción desencadena, pues, la descarga del ácido láctico acumulado en los tejidos musculares cansados. Igualmente, la recuperación muscular se produce al reducirse la inflamación derivada del aumento de temperatura durante el ejercicio físico.
- Aumento de energía: en relación con la contracción comentada, el agua fría hace que la sangre circule a mayor velocidad, llevando oxígeno a los órganos y a cada músculo.
- Liberación de endorfinas: el agua fría activa el sistema nervioso simpático y la liberación de la noradrenalina, debido al sistema de lucha-huida que se activa ante el peligro. Igualmente, se produce una entrada de endorfinas, que actúan para aliviar el dolor y proporcionar bienestar, además de facilitar la regulación del apetito, la liberación de hormonas sexuales y el fortalecimiento del sistema inmunológico. En estos fundamentos se basan tradiciones como la sauna y los baños de agua helada o la alternancia en los spa de agua fría y agua tibia.
- Aumento del metabolismo: tal y como hemos descrito, el agua fría activa la circulación y la oxigenación. Estos efectos se producen porque, previamente, el organismo combate la pérdida de calor con una activación del metabolismo.
Consejos para un baño post ejercicio
Obtener los beneficios de bañarse con agua fría después del ejercicio debe hacerse bajo algunos consejos:
- Antes de bañarte o ducharte, asegúrate de haber terminado el entrenamiento de alta intensidad de manera apropiada. Debe haber una disminución del ritmo cardíaco a través de un trabajo más suave en los cinco o diez minutos antes de terminar tu sesión.
- Empieza con agua tibia.
- Pon más fría el agua cuando te hayas acostumbrado a la temperatura.
- La ducha o el baño debe seguir un sentido ascendente, desde los pies hacia las rodillas para mejorar el retorno de la sangre hacia el corazón.
- Permanece unos dos minutos bajo el agua, respirando profundamente.
- Aumenta el tiempo y disminuye la temperatura según vayas adaptándote con el paso de los días.
¿Es el agua fría algo adecuado para todos?
Todas las personas pueden optar a los beneficios de bañarse con agua fría. Sin embargo, si estás convaleciente de alguna enfermedad o debes tener cuidado con tu sistema inmunitario, no dudes en consultar con tu médico.
Además de que muchas personas experimentan una excesiva sensibilidad al frío, hay ciertos trastornos del sistema circulatorio que son incompatibles con los baños de agua fría o helada:
- Síndrome de Raynaud, en el que los vasos sanguíneos de los dedos de los pies y las manos se cierran al frío, produciendo picor o quemazón.
- Crioglobulinemia, o presencia de proteínas anormales en la sangre.
- Enfermedades cardiovasculares en personas de edad o con enfermedades como diabetes, hipertensión y cardiopatía.