¿Qué diferencia existe entre un té y una infusión?
Descubre sus beneficios y escoge la que mejor se adapte a tus necesidades
Más del 60% de nuestro organismo está constituido por agua. Por eso, no es de extrañar que beber agua sea fundamental para una alimentación saludable y equilibrada.
Cuando, por algún motivo, el consumo de agua se vuelve difícil, podemos recurrir a las infusiones y a los tés ya que al tener sabor, nos pueden ayudar a aumentar el consumo de líquido y además, tienen beneficios adiccionales para nuestra salud.
Pero, ¿cuál es la principal diferencia que existe entre las infusiones y los tés?
La Infusión es la bebida que resulta de la inmersión de una planta en agua caliente sin llegar a ebullición, como por ejemplo la conocida infusión de manzanilla, con propiedades digestivas, la valeriana, el rooibos o la tila, que contribuyen a la relajación.
Mientras que el Té se considera como una infusión hecha a partir de plantas que proceden de la Camellia sinensis y cuya característica más diferencial con las infusiones es que contienen teína, como son el té blanco, verde, oolong o negro.
¿Cuáles son los beneficios de las infusiones?
- Hidratación: las infusiones y los tés son fuentes de hidratación.
- Acción antioxidante: el té blanco ayuda a combatir el envejecimiento gracias a su alto contenido en fitoquímicos y polifenoles.
- Acción estimulante: aunque tenga menos cafeína (teína) que el café, el té verde nos proporciona energía y mejora nuestro rendimiento.
- Acción antimicrobiana: El té verde y el té negro tienen un elevado contenido en taninos que nos protegen contra la acción de algunos microoganismos.
- Protección de la salud bucal: El té verde, debido a su poder antioxidante, antiinflamatorio y antimicrobiano, contribuye a controlar algunas enfermedades como la periodontitis crónica y las caries.
- Prevención y tratamiento de enfermedades neurológicas: Los polifenoles presentes en el té blanco y en el té verde, ayudan a revertir el proceso de oxidación de las principales estructuras del cerebro, favoreciendo los procesos de aprendizaje y la memoria.
- Reducción del estrés y la ansiedad: La infusión de manzanilla ayuda a la relajación y la infusión de valeriana atenua la irritabilidad, mejora la coordinación y reduce la ansiedad.
- Mejora de la digestión: La infusión de rooibos, gracias a su bajo contenido en taninos, no interfiere en la absorción de nutrientes esenciales, es menos astringente y promueve una buena digestión.
- Ausencia de calorías: Las infusiones y los tés no tienen calorías. Debido a sus numerosos beneficios, su consumo puede ser recomendado en situaciones de pérdida de peso como sustitutos de bebidas azucaradas.
¿Cómo preparar una infusión casera?
1. Caliente el agua pero sin llegar a hervir.
2. Incluyelas hojas o las hierbas. La proporción es 2 cucharadas de té de hierbas para 1 L de agua. Si se trata de bolsitas, respete la cantidad indicada en la etiqueta.
3. Deje reposar la infusión y cubra com una tapa durante 5 minutos.
4. Pasado este tiempo, cuele la infusión o saque la bolsita y sírvela en una taza.
5. Antes de beber, cubre la taza para conservar todas las propiedades organolépticas y nutricionales.
¡Y a disfrutar!