¿Sabes qué es el TUT?
Cómo mejorar tu rendimiento mediante la mejora de tu velocidad de ejecución.
La velocidad de ejecución es una de las variables del entrenamiento clave para el rendimiento y obtener los resultados que esperamos durante nuestra práctica deportiva.
¿Qué es el TUT?
Cuando hablamos de velocidad de ejecución hablamos del TUT (time under tension) o, dicho de otra manera, el tiempo en tensión durante la ejecución de cada repetición en un ejercicio determinado.
La relación entre la velocidad de ejecución y el entrenamiento es muy estrecha, entendamos además que se liga al propio reclutamiento de fibras musculares (tenemos fibras lentas, rápidas y mixtas) y su excitabilidad y sincronización en muchos momentos, depende del TUT y la velocidad real a la que movilizamos la carga.
Veámoslo con un ejemplo rápido:
Si tenemos en un press de banca 50 kilos, y entendemos que esta carga no representa un gran desafío para ti, si la movilizas lento, en un principio reclutarías fibras más lentas, y si lo movilizas a una velocidad máxima reclutarías fibras más rápidas.
Aprende a ser más ágil
Para que se produzca movimiento, debe producirse un entendimiento total entre el sistema nervioso y el sistema estructural (activo y pasivo) y durante este entendimiento, se produce el reclutamiento fibrilar muscular (si es un movimiento voluntario, como los que solemos hacer cuando entrenamos).
Este reclutamiento va a depender de la capacidad intrínseca de tu sistema nervioso de generar intensidad de impulso nervioso motor y este, se verá obligado a generar el suficiente impulso según la carga (peso) y la “intención” o velocidad a la que queramos movilizarla.
Cuando entendemos esto, podríamos simplificar las manifestaciones que encontrarás en el entrenamiento relacionadas con la velocidad de ejecución en:
- Velocidad máxima – cuando queremos generar la máxima velocidad posible, ante una carga que podemos dominar.
- Fuerza máxima dinámica – cuando queremos generar la máxima fuerza (movilizar) antes una carga máxima.
- Potencia – cuando queremos generar la máxima fuerza posible, en el menor tiempo posible.
- Resistencia a la potencia – cuando queremos generar la máxima fuerza posible, en el menor tiempo posible y de forma sostenida en el tiempo.
- Resistencia a la fuerza – cuando queremos mantener una tasa de fuerza ante una carga que podemos controlar y sostenida en el tiempo.
La velocidad máxima y la potencia, suelen estar ligados a entrenamiento muy reactivos, con cargas más moderadas que se pueden controlar, con un objetivo claro de rendimiento y mejora del sistema nervioso y el sistema muscular.
La fuerza máxima dinámica muchas veces se liga tanto a objetivos de rendimiento y también estéticos, donde las velocidades “no son tan altas”, pero no por que no se desee mover la carga a máxima velocidad, si no porque la carga es tan alta, que la velocidad resultante, es menor, aunque el trabajo fibrilar y neural es muy elevado.
Y cuando hablamos ya de resistencia de potencia o de fuerza, son velocidades casi máximas, para poder sostener las repeticiones en el tiempo. Al igual que el anterior, este tipo de manifestaciones suele estar ligado tanto a fines de rendimiento como de estética corporal.