Descubre el poder de la música en cada etapa de tu entrenamiento
El poder de la música para entrenar.
¿Qué sería de la vida sin música? Según Nietzsche “la vida sin música sería un error”. Es que la música tiene el poder de conmover, acompañar estados emocionales e incluso potenciarlos.
De acuerdo a la evidencia disponible, sabemos que la música captura la atención, desencadena un amplio rango de emociones, aumenta la capacidad de trabajo, eleva la excitación, induce estados de funcionamiento más elevados, reduce inhibiciones y estimula el movimiento rítmico entre otras cosas.
En esta nota vamos a enfocarnos en el efecto que tiene escuchar música para entrenar. Una de las propiedades principales de la música en este contexto es que produce un efecto ergogénico. ¿Has escuchado hablar de los ergogénicos? Deriva del griego ergon (trabajo) y génesis (origen o generación) y se refiere a todo aquello que permite a un individuo realizar un trabajo superior a aquel que alcanzaría sin ese estímulo. El café es un clásico ejemplo de ergogénico. La música también lo es.
Un estudio publicado por el Diario Internacional de Fisiología, Fisiopatología y Farmacología, muestra los efectos de la música en un grupo de 50 jóvenes a la hora de entrenar. Los resultados son clarísimos: la música produce un efecto ergogénico y de distracción durante el ejercicio. Por ende, la motivación que produce la música puede derivar en un incremento de la duración del ejercicio. Los efectos ergogénicos de la música son evidentes en este estudio, en el que concluyen que escuchar música al entrenar aumenta la capacidad de trabajo y retrasa la sensación de fatiga. Al entrenar con música, los jóvenes mostraron mayores niveles de resistencia, fuerza y productividad.
Ahora bien, yendo más profundo, no es lo mismo escuchar cualquier tipo de música para cualquier tipo de entrenamiento. Según el ejercicio que practiques, hay tempos de música ideales para ayudarte a rendir más y mejor. Según una publicación acerca de la música y el ejercicio, la clave está en poder unir el ritmo del ejercicio en cuestión con el ritmo de la música que escuchas mientras lo realizas. No es lo mismo sincronizar zancadas que pedalear o trotar. Si nos ponemos específicos, lo ideal es encontrar ritmos que acompañan de forma sincrónica cada uno de tus ejercicios, de esta forma potencias el poder de la música. Sin embargo, no hay que perder de vista que lo más importante es elegir música que realmente disfrutes. De nada te sirve una canción con el tempo perfecto si es de un género que te disgusta.
Como conclusión, entonces, sabemos que la música a la hora de ejercitarte te ayudará a reducir la sensación de fatiga, a aumentar tu motivación mental, a mejorar la coordinación motora y a sentirte más relajado.
Música para entrenar: un ritmo para cada momento.
Cuando te sientes cansado o desmotivado, la música tiene el poder de ayudarte a recuperar las ganas de entrenar. Y no solo eso, la música puede acompañarte en cada etapa de tu entrenamiento.
- Antes de entrenar: escuchar música antes de entrenar puede estimular tus ganas e incrementar el flujo sanguíneo, preparando a tu cuerpo para lo que vendrá. Busca canciones que sabes que te motivan, que te llenan de ganas de moverte.
- Para entrar en calor: la música es la compañera ideal para esta parte de tu entrenamiento también. Si realizas la entrada en calor con canciones al principio un poco más tranquilas y poco a poco con tempos más intensos, la música te ayudará a ir incrementando el pulso cardíaco y la motivación para lo que se viene.
- Para entrenar: escuchar música mientras entrenas también mejorará tu trabajo. Como hemos comentado anteriormente, una buena playlist impactará tanto a nivel fisiológico como a nivel psicológico (tu sensación de agotamiento tardará más en llegar). Escuchar un tempo rápido a un volumen elevado puede incluso mejorar tu concentración y tu resistencia muscular.
- Para terminar: la música a la hora de finalizar el entrenamiento debe ser más tranquila, con un tempo más lento. Este tipo de música, más relajante, disminuye el nivel de cortisol y reduce el ritmo cardiaco. Además, te ayuda a respirar más lentamente y de forma más profunda, lo que contribuye a que el oxígeno llegue a tus músculos.
Con toda esta información acerca del impacto de la música para entrenar, te invitamos a que armes tu propia lista personalizada, teniendo en cuenta todas las instancias en las que te acompañara. Elige canciones para motivarte a empezar, para entrar en calor (y en ritmo), para realizar la parte más exigente del entrenamiento y para volver a relajarte cuando finalices. Sobre todo, intenta escoger música que te guste, que te conecte con emociones y sensaciones que contribuyan a que entrenes sintiéndote motivado. Prueba diferentes combinaciones, a modo de prueba y error, hasta dar con la lista de canciones ideal para ejercitarte.
En GO fit hemos creado una nueva playlist en nuestro perfil de Spotify para que puedas coger ideas y motivarte antes de entrenar. ¡No te la pierdas!
La felicidad se entrena, y si es con música, mucho mejor.
Referencias
Karageorghis, C.I., Priest, D.L., Williams, L.S., Hirani, R.M., Lannon, K.M., & Bates, B.J. (2010). Ergogenic and psychological effects of synchronous music during circuit-type exercise. Psychology of Sport and Exercise, 11(6), 551-559.