Mantén a raya tu colesterol con la práctica de ejercicio físico
Son de sobra conocidos los beneficios que el ejercicio físico produce en nuestro cuerpo:
- Nos ayuda a mantener nuestro peso ideal.
- A controlar la tensión arterial y el estrés.
- E influye sobre los niveles de colesterol en sangre.
El ejercicio es uno de los pilares fundamentales de un estilo de vida saludable. Junto a la alimentación equilibrada, el descanso y las relaciones sociales, la actividad física no puede descuidarse en ninguna etapa de la vida, ya que ofrece importantes beneficios para la salud cardiovascular. Uno de ellos es el incremento de los niveles de colesterol HLD, más conocido como ‘colesterol bueno’.
La ciencia nos dice…
Un metaanálisis publicado en 2007 en Archives of Internal Medicine, dirigido por investigadores de la Universidad Ochanomizu de Tokio (Japón), revisó 25 trabajos que analizaban la relación entre colesterol y el ejercicio. En dicho metaanálisis se recogían los datos de más de 1.400 pacientes de entre 23 y 75 años. Los resultados mostraron que en los pacientes que habían practicado ejercicio, los niveles de colesterol ‘bueno’ se habían incrementado una media de 2,53 mm/dL. Según sus investigadores, el ejercicio era más beneficioso en aquellos individuos que tenían unos niveles totales de colesterol más altos (igual o mayor a 220 mm/dL) y en los que tenían un índice de masa corporal inferior a 28 (cercano a la obesidad).
En 2008, la Universidad de Jaén hizo públicos los resultados de una tesis realizada por Mari Carmen Jiménez, profesora de Enfermería de la Universidad, y que concluía que la práctica de ejercicio disminuía el colesterol LDL o ‘malo’. En el estudio de Jiménez, 40 mujeres mayores de 60 años con colesterol elevado practicaron ejercicio físico pautado dos veces por semana durante siete meses.
¡Pongámonos en marcha!
Teniendo en cuenta lo que nos muestra la ciencia sobre el beneficio cardiovascular no debemos descuidar que una persona sana y sin contraindicaciones médicas se ponga en movimiento. Según la OMS, los adultos de 18 a 64 años deberían dedicar como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana.
Elige la actividad que más te motive, compártela con la gente que quieres y ¡disfruta de una vida saludable!