Saca el máximo provecho a tus entrenamientos descansando adecuadamente en función de tus objetivos.
Conoce cuándo realizar un descanso activo o un descanso pasivo.
Ya hemos comentado en algún post que el descanso es una variable fundamental en tu entrenamiento y con ello, en conseguir o no tus objetivos. Pero ¿son todos los descansos iguales?¿Siempre tengo que descansar sentado en el banco?
En este artículo vamos a intentar ayudarte a elegir las mejores estrategias para tus objetivos. Lo primero es diferenciar entre descanso activo y descanso pasivo:
- Descanso activo: durante el descanso, realizamos algún ejercicio de muy baja intensidad, pero no confundir con “hacer cardio”; en un descanso, el objetivo es recuperarse y lo que conseguimos es que haya más circulación sanguínea y con ello favorecer el aclaramiento de lactato.
- Descanso pasivo: buscamos una recuperación casi total de nuestro organismo. La duración puede variar, pero el fundamento de este tipo de descanso es recuperar el máximo de sustratos energéticos posibles durante su duración.
Como vemos, ambos tipo de descansos, aunque buscan tu recuperación, no son para nada iguales. Así que vamos a intentar dejarte varios consejos para que saques el máximo provecho de tus entrenamientos:
- Si estás haciendo entrenamientos con cargas altas, lo ideal es que realices descansos pasivos, ya que consumen mucho ATP y PCr en cada serie y en cada repetición, y necesitas recuperarlos lo mejor posible. Pero si bien es cierto, cuando avances en tu entrenamiento, quizás sería interesante que, en las últimas series, hagas algún descanso activo, ya que te puede ayudar a que la sensación de fatiga disminuya y tu musculatura también se oxigene.
- Si tus entrenamientos están orientados a la hipertrofia o estética, es ideal que los conjugues, hagas tantos pasivos como activos, ya que dependerá del número de repeticiones que realices. Si estas entre 6 y 8 reps, mejor haz descanso pasivo y si estas sobre 12-15, sería ideal un descanso activo.
- Si tus entrenamientos son más de potencia, carrera o salto, no lo dudes, lo ideal es que descanses pasivamente, ya que necesitas recuperar el 100% de tus sustratos para darle calidad a cada serie, pero, ¡ojo! Si quieres potenciar también tu capacidad de repetir el esfuerzo, sería interesante que en algún entrenamiento (1 de cada 3) tus descansos sean activos.
En general, como ves, realmente la ciencia arroja a líneas generales que el descanso es algo que hay que individualizar y que influyen tantos factores (intensidad, fatiga, fisiología…) que es imposible dar una “receta mágica”. Así que, resumidamente, te invitamos a que pruebes ambos tipos de descansos y estés muy atento a tus sensaciones y rendimiento para acertar qué estrategia se acomoda más a ti y a tus objetivos.